Confusión
Semana pesada, tiempo escaso y malos resultados, pero lo que realmente me molesto esta semana pasó en ámbito personal. La cantidad de incertidumbre y confusión que una mujer puede llegar a causar en un hombre es increíblemente grande, y claro, esto nos lleva finalmente al enojo, un sentimiento que puede ser despertado hasta en los mas nobles corazones. El camino que me llevo a esto fue iniciado unas pocas semanas atrás con otra desilusión, que realmente no me afecto mucho, pues todo fue congruente y pienso que las cosas que tuve que hacer, las hice bien, maneje el asunto de forma madura y lo deje pasar. Regresando a esto, encontré que tenía una inusual química con una jovencita a la que no había tratado tanto. Las cosas se estaban dando (al menos desde mi punto de vista) de una forma vertiginosa y positiva, era quizás la primera vez que se me presentaba un panorama tan positivo en esto de las relaciones.
Yo sabía, por previo contacto, que tenía una especie de relación informal, pero no le dí importancia pues yo estaba buscando algo mas concreto. Así empezó un largo intercambio de mensajes, pláticas y ¿porque no? sonrisas. Tiempo gastado el uno en el otro. Debido a esta clara afinidad, nuestros queridos compañeros se dieron cuenta inmediatamente, reconociéndolo al hacerme bromas sobre eso. Dado que nuestros horarios son bastante diferentes, nuestra mayor interacción (a mi pesar) era por medios electrónicos, en estos, las indirectas, las promesas e incluso una que otra canción llegaron a mencionarse y fueron adornados por una sobrecarga de emoticones. Frases que a mi parecer confirmaban mis brillantes ilusiones. Creo que mis intenciones, si no directas, al menos han sido claras. Un amigo no se queda a las 2 AM esperando que tu te duermas primero ni te manda mensajes de buenos días con palabras como “linda” o “bonita”.
_
_
De una manera o de otra, yo sabía que seguía compartiendo con el “rival”, pero pensaba que su relación podría estarse deteriorando, condición ganadora para un servidor. El día mas prometedor, de mas cercanía, fue el que cambió todo. Yo la había invitado a observarme en un pequeño partido después de nuestra clase juntos y ella había aceptado, pero al salir, el rival la estaba esperando. Decidió ir con el. Horas después, la cuestione sobre el estado de su relación con el, y ella contesto que eran casi una pareja. El desaliento que me golpeó en ese momento causo en mucho la creación de este post. Por obvias razones reduje el contacto, bastante desilusionado. Sin embargo, al siguiente día, ella me recordó que habíamos quedado para comer por primera vez; su actitud animosa y el todavía vivo deseo me animaron a cumplir con lo acordado. La platica fue amena, justo como se había estado dando, y me dijo un par de cosas que interprete como signos positivos, me pregunto a mi sobre mis relaciones, a lo cual respondí con una evasiva. Después comenzó a hablar de su relación actual, dejándome a mi completamente pasmado y sin una opinión que poder dar.
Puedo resumir esto en que no se donde estoy.