Las no tan buenas sensaciones.
Este es uno de estos tiempos en los que me dan por golpear mi cabeza con la pared aún cuando no haya hecho nada. El simple pensamiento de lo que puede pasar, al ser examinado un momento después, crea tal sensación de estupidez que es imperiosa la necesidad de acabarlo con violencia física. Como explicaba en mi post pasado, la buena sensación siempre trae consigo un poco de locura, que puede hacerse pasar por todo tipo de sentimientos: el enojo, la tristeza y sobre todo un constante cambio de parecer sobre como se encuentra la situación. Una pequeñez te da toda la esperanza y otra te pone en un estado depresivo. No se necesita que sea “amor” para llegar a esto, una fuerte atracción y decisión de tomarla bastan para que llegues a este estado, algo un tanto ridículo.
photo credit: annais via photopin cc
La especulación también hace de las suyas en estos momentos, toda información que llega a ti sobre esa persona es procesada una y otra y otra vez, obteniendo muchos resultados, la mayoría tan alarmantes como falsos. Que ella reciba una llamada en tu presencia es fatal, pues puedes llegar a interpretarla como un posible contrincante que vaya ganandote, dejandote frío y destrozado al menos unos segundos, hasta que te das cuenta que es su padre, causando situaciones de lo más incómodas. Estas situaciones son tan comunes en esta etapa que es incluso algo tonto que te sigas haciendo caso a ti mismo, sin embargo, evitar esto es una tarea en extremo difícil.
En resumen, esos momentos de felicidad y esperanza traen consigo muchas cosas no tan positivas, como lo son las largas horas en las que ensayas platicas que probablemente no vayas a usar. También una pizca de desconcentración a todo lo que hagas y todo lo que ya se menciono arriba. La única solución que he encontrado hasta ahora es tomar todo tu coraje e integridad y usarlos para ser sincero con lo que tu piensas hacer, no pocas veces vas a fallar en tu cometido, pero es mucho más sano que estar día tras día con estos problemas. Un último consejo: todo el valor del mundo es inútil en el momento inadecuado, piensa antes de actuar.